Si un jugador amenaza al adversario, entonces éste debe defenderse, si no quiere cederle al atacante ninguna ventaja.
Mientras subsiste la amenaza, deben entrar en acción fuerzas defensivas, con lo que la libertad de acción, la movilidad, así como toda la intervención de fuerzas del defensor, quedan reducidas por amenazas del atacante.
Una amenaza constante del adversario se persibe como "presión". Con ayuda de la amenaza, el potencial defensivo queda reducido, las piezas son desviadas a menudo de puntos importantes, lo que hace posible operaciones de ataque con éxito contra otra parte frontal.
Vista de cerca, toda partida de ajedrez es una cadena de amenazas refinadas y burdas cuya intensidad cambia con cada jugada.
Por lo que a la técnica de la amenaza se refiere, esfúercese usted de transformar amenazas simples en amenazas múltiples, ya que una amenaza doble es más dificil de rechazar.
Por lo demás, sólo se lleva a cabo una amenaza cuando con ella se puede conseguir una ventaja, ya que una amenaza eficaz es amenudo más fuerte que la ejecución de la misma.
Regla Característica: Dése cuenta de las amenazas enemigas en el momento oportuno y combátalas eficazmente.
Hans Müller
El Ataque y la Defenza
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